Talentos

El búho, símbolo del saber, representado en 1 talento
Como hongos de invierno, la plaga de chusma  brota escondida entre una hojarasca de podredumbre, bandoleros del siglo XXI que no se ocultan en el monte ni asaltan caminantes. Los ladrones de hoy crecen y se reproducen en las instituciones oficiales, saquean nuestro estado a plena luz del día y vacían de ideología los partidos políticos para convertirlos en meros instrumentos de lucro.

Vamos de sobresalto en sobresalto, cuando aún no nos hemos recuperado de las corruptelas principescas, del expolio valenciano y de la mafia balear debemos desayunar cada mañana con una nueva incorporación a la vergonzosa e infinita lista de gentuza que dinamita nuestro ánimo. Sería simple, una mera labor de hemeroteca y copiapega, realizar una recensión de chorizadas eneriles, delitos perdonados, mierdas varias y sus desdeñables tejemanejes.

No deseo perder más tiempo del debido en ellos pero para muestra, recordemos a los delincuentes más buscados que han copado la  "Lista de Manguer" estas últimas dos semanas, sólo eso:

- Pujol, alias El Bugas
- Urdangarín, alias El Yerno
- Duran i Lleida, alias El Cristiano
- Carromero, alias Fitipaldi
- Aguirre, alias La Lianta
- González, alias El Enchufao
- Güemes, alias El Pijo
- Bárcenas, alias El Suizo
- Carlota Navarro, alias La Limpia-armarios
- Gallardón, alias El Indultador
- Montoro, alias El Amnisitiador

Cada jornada amanecemos con un nuevo insulto insoportable porque lo está sucediendo no es ni más ni menos que un insulto constante a la ciudadanía.

¿Por qué ocurre esto? Es sencillo, como muchos hemos detectado ya, los sistemas democráticos que protagonizaron el último siglo agonizan, esto ya no da más de sí, la revolución tecnológica sobrepasó a la democracia y ellos lo saben. También saben que tienen los días contados, están de vuelta de todo, les importamos un pimiento y están acumulando víveres para su larga y definitiva hibernación, ellos saben que se acabó el chollo y al no tener experiencia laboral alguna quieren garantizarse un futuro. Son especialistas en fuga de talentos, entendiendo como talento aquella unidad de medida monetaria imaginaria que servía como referencia en la antigüedad, una moneda imaginaria pero mucho más real que la nuestra. Ellos han repartido bien sus talentos para que nadie tenga acceso a ellos ni pueda saber nunca su procedencia, nuestro dinero, desde Delaware hasta Suiza, desperdigado a lo largo y ancho del planeta, .

¿Y el talento de nuestra gente, dónde está? Está también muy repartido, como se suele afirmar con el premio gordo de la lotería de Navidad, lo malo es que en este caso, en España no quedará ni un pellizco. Como ya conté, mi prima, la joven y preparada cardióloga se encuentra en Holanda esperando a su también joven novio médico. Su hermano, mi primo, ingeniero químico doctorando, investigador, más joven aún, en breve estará tramitando su visado a EEUU harto de no poder pagar su alquiler por haberle quitado de sus nóminas la parte proporcional de una paga extra que ni sabía que existía. Un gran compositor musical cuya música ha dado sonido corporativo a nuestra televisión me llamó esta semana. Un hombre que ha ilustrado las series de mayor audiencia de los últimos años y los spots publicitarios más llamativos, por primera vez en su vida se queda compuesto y sin curro, en un país justo y civilizado, él jamás tendría que buscar trabajo, siempre tendría que rechazar por exceso de volumen. Y Celia, Txetxo, Sara, Ruth y sus más de 8800 colegas periodistas que en el mejor momento de su carrera profesional deambulan por la web haciendo lo posible para que su pluma no se oxide mientras nosotros nos quedamos sin referentes y el estado al perderles a ellos pierde un poco más su democracia. Y profesores sin aulas. Y tripulantes de cabina, pilotos y controladores aéreos sin aviones ni aeropuertos. Y técnicos especialistas en energías renovables, y sus ingenieros industriales y su personal de mantenimiento preguntándose qué sucedió, dónde emigrar y quién decidió cargarse una industria de futuro. Ingenieros de caminos sin nada que hacer mientras nuestras infraestructuras se quedan obsoletas. Abogados que se quedan sin clientes porque nadie puede ya asumir los costes de un litigio. Y fiscales sin fiscalizar. Y jueces sin juzgar. Y etc., etc., etc. Una lacra interminable que se extiende como la peste en cualquier sector al que miremos.

¿En cualquier sector? No, hay uno que resiste, uno en el que se acumulan personajes sin oficio ni beneficio, son pequeñas aldeas que aguantan bajo el influjo de la poción mágica del nepotismo desilustrado. Son parlamentos regionales, diputaciones provinciales, ayuntamientos sobrevalorados y sobre todo unas cortes generales y su anciano rey cazador. Y en todos estos lugares, sanguijuelas que llegaron de casualidad, colean a sus anchas no dudando en poner en cuestión la función que ejercen todos aquellos que sí llegaron tras noches en vela preparando sus oposiciones. Se trata de pisar a los demás, mentir y amedrentar, todo con tal de no perder su statu quo, los inútiles son así.

Pero yo ya no me preocupo porque talentos no tengo para defraudar, talento probablemente no tengo para exportar y si se van los unos y los otros, es posible, que logre convertirme en un rico talentoso en un país de pobres zotes. Aunque pensándolo bien esto no sucederá porque vistos los latigazos que aceptamos con sumisión sin hacer ni amago de responder, me temo que en este vehículo llamado desidia viajamos ya tantos que nos costará hacer resaltar nuestra mediocridad entre las demás.

Me consta que hay personas que movidas por la paranoia invierten en oro pensando que es el único valor seguro sin darse cuenta aún de que el único valor que nunca falla son las personas, su talento, su fuerza de trabajo y su ecosistema. Invirtamos en eso y emergeremos o sigamos así, hundiéndonos sin talento ni talentos.

¡Qué asco!

Immigrant Song de Led Zeppelin, un homenaje al talento y a nuestros emigrantes.


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